Sillas de Oficina: Aprenda a elegir las mejores para la salud
A la hora de amueblar un espacio de trabajo, se puede decir que las sillas son muy importantes. Esto, a priori, se deduce porque cualquier trabajador necesita un lugar donde sentarse para poder trabajar, al igual que una mesa o un ordenador.
Pero la importancia de las sillas de oficina va más allá. Sus características y calidad pueden afectar a la salud del trabajador mucho más de lo que pueda parecer a priori. Normalmente, son muchas las horas que se pasan frente al ordenador y la mesa, y una silla de trabajo inapropiada puede acarrear dolencias físicas a corto, medio y, sobre todo, largo plazo.
Por este motivo, es importante valorar distintos factores a la hora de elegir la mejor silla de oficina cuando se tenga que amueblar un nuevo espacio de trabajo.
Características generales de una buena silla de oficina
No hace falta ser un experto para elegir una buena silla de oficina. De todas maneras, hay varias cuestiones generales que se deben tener en cuenta y que pueden servir de guía para acertar en la elección.
Lo más importante es que la silla sea ergonómica; es decir, que se pueda adaptar a las características físicas de cada uno, facilitando una postura cómoda y saludable, sobre todo cuando está destinada a servir durante muchas horas al día.
Es de vital importancia que la silla sea ajustable, y permita graduar distintos elementos según la altura, peso y posición del trabajador.
Elementos más importantes de una silla de oficina
En la elección de las sillas de oficina, muchas veces se valoran factores como el precio o, incluso la apariencia estética. Pero, en realidad, éstos han de ser secundarios, y se tienen que primar los aspectos relativos a la comodidad y ergonomía, antes que otros. Entre los elementos más importantes que tiene que tener una buena silla de trabajo, atendiendo a la comodidad y salud del trabajador, podemos destacar:
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El asiento
El asiento es una de las partes esenciales en una silla de escritorio. Lo primero que hay que tener en cuenta es que sea un asiento lo suficientemente ancho como para poder sentarse con comodidad y que aún quede espacio a los lados. También es importante que la parte delantera del asiento esté ligeramente inclinada hacia abajo, lo cual facilitará la circulación en las piernas. Y, sobre todo, el asiento ha de poder regularse en altura, y con respecto al respaldo. De este modo, se podrá lograr la posición más adecuada para evitar problemas en la espalda y, también, problemas digestivos.
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El respaldo
Ésta es otra de las partes más importantes de una silla de oficina, y hay que prestar mucha atención a sus características para que cumpla su función tal y como se desea. En primer lugar, el respaldo de una buena silla de trabajo tiene que tener el tamaño y la altura suficiente como para cubrir y apoyar la espalda por completo. Otro aspecto en el que hay que fijarse y que debe cumplir con su función de un modo eficaz es el apoyo lumbar, ya que esta zona de la espalda es una de las que más sufren si la silla no es de calidad. Además, el respaldo, al igual que el asiento, ha de permitir cierta regulación en cuanto a la firmeza y movilidad. Dependiendo de las horas que se vayan a dedicar al día, se puede optar por respaldos basculantes, en jornadas más cortas, o respaldos sincronizados, que permiten una mayor protección de la columna y el abdomen en las sesiones de trabajo más prolongadas.
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Los apoyabrazos
Éste es un elemento que no está presente en todas las sillas de oficina, pero que también puede resultar de gran comodidad, sobre todo cuando se pasan muchas horas sentado y se quieren evitar las sobrecargas en la espalda, hombros y brazos. Unos buenos apoyabrazos deben ser regulables en altura, y poder fijarse a una inclinación de 90 grados con respecto al respaldo. Del mismo modo, también han de ser resistentes como para permitir apoyarse en ellos para levantarse de la silla y su tamaño y forma no ha de impedir acercar la silla a la mesa de trabajo, ni constreñir el torso y las caderas al sentarse.
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La base
Una silla de trabajo ideal debería tener una base con cinco puntos de apoyo o, lo que es lo mismo, cinco ruedas. Con este número, se garantiza una estabilidad plena a la hora de trabajar y, también, una perfecta movilidad en caso de necesitar realizar desplazamientos con la silla.
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El reposacabezas
Esta es otra de las partes que no todas las sillas de oficina traen, aunque algunas de ellas ofrecen la posibilidad de añadirla a posteriori. Son especialmente útiles para proteger la zona cervical en jornadas largas de trabajo, de modo que la cabeza pueda descansar sin forzar ni exigir demasiado a los músculos del cuello y la parte superior de la espalda.
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El tapizado
El material con el que está fabricado la silla de trabajo también tiene su importancia, y no solo en el aspecto estético. Lo recomendable es que sea, además de cómodo, transpirable, y con una resistencia y durabilidad que garantice un uso continuado durante esas jornadas intensivas de trabajo.
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El reposapiés
En muchas ocasiones, este elemento no forma parte de la silla, y hay gente que lo adquiere por separado. Es una opción muy interesante para mantener las piernas y los pies descansados, y lo ideal es que pueda ser regulable en altura e inclinación, así como antideslizante, para resultar cómodo a la hora de apoyar los pies.
Los peligros de las sillas de oficina baratas
Es cierto que, cuando se trata de amueblar una oficina, el aspecto económico puede resultar uno de los más cruciales. Mucha gente escatima en las sillas de trabajo, sobre todo cuando el número que hay que comprar es considerable. Pero estas sillas, aparte de tener poca vida útil –especialmente cuando se les da un uso intensivo– pueden acabar acarreando problemas de salud a los trabajadores. Es recomendable invertir un poco más en este sentido, no solo por motivos de salud, sino porque también supone un ahorro a medio y largo plazo. Hay opciones lo suficientemente recomendables y eficientes a precios ajustados, y también es preferible ajustar la inversión en otros elementos de la oficina antes que en las sillas de trabajo.